Hebreos 7:16

el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino según el poder de una vida que no tiene fin.

Gálatas 4:3

Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.

Gálatas 4:9

Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?

Colosenses 2:14

cancelando el manuscrito de las ordenanzas que había contra nosotros, que nos era contrario, quitándolo de en medio y clavándolo en la cruz;

Colosenses 2:20

Si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, entonces, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a ordenanzas

Hebreos 7:3

sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

Hebreos 7:17

Porque Él testifica: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.

Hebreos 7:21

porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero Éste, con juramento por Aquél que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

Hebreos 7:24-25

mas Éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;

Hebreos 7:28

Porque la ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento, posterior a la ley, constituye al Hijo, quien es perfecto para siempre.

Hebreos 9:9-10

Lo cual era figura de aquel tiempo presente, en el cual se presentaban ofrendas y sacrificios que no podían hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que servía con ellos;

Hebreos 10:1

Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

Apocalipsis 1:18

y el que vivo, y estuve muerto; y he aquí que vivo para siempre, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del infierno.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)