Hebreos 8:12
Porque seré propicio a sus iniquidades, y a sus pecados; y de sus iniquidades no me acordaré más.
Romanos 11:27
y este será mi testamento a ellos, cuando quitare sus pecados.
Isaías 43:25
Yo, yo soy el que arraigo tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados.
Jeremías 50:20
En aquellos días y en aquel tiempo, dijo el SEÑOR, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.
Miqueas 7:19
El tornará, él tendrá misericordia de nosotros; él sujetará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Salmos 25:7
Zain De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.
Salmos 65:3
Palabras de iniquidades me sobrepujaron; mas nuestras rebeliones tú las limpiarás.
Isaías 44:22
Yo deshice, como nube, tus rebeliones, y tus pecados, como niebla; tórnate a mí, porque yo te redimí.
Jeremías 33:8
Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron.
Hechos 13:38-39
Os sea pues notorio, varones hermanos, que por éste os es anunciada remisión de pecados,
Efesios 1:7
en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,
Colosenses 1:14
en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados.
Hebreos 10:16-17
Y éste es el testamento que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor, Daré mis leyes en sus corazones, y en sus almas las escribiré;
1 Juan 1:7-9
mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión con él, entre nosotros, y la sangre de Jesús, el Cristo, su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Juan 2:1-2
Hijitos míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, Abogado tenemos delante del Padre, a Jesús, el Cristo Justo;
Apocalipsis 1:5
y de Jesús, el Cristo, el testigo fiel, el Primogénito de los muertos, y Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre,
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido