Hebreos 9:11

Mas estando ya presente Cristo, Sumo Sacerdote de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación;

Hebreos 10:1

Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

Hebreos 2:17

Por cuanto le era preciso ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Sumo Sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

2 Corintios 5:1

Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en el cielo.

Génesis 49:10

No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Silo; y a él se congregarán los pueblos.

Salmos 40:7

Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí:

Isaías 59:20

Y vendrá el Redentor a Sión, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.

Malaquías 3:1

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá repentinamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el mensajero del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, dice Jehová de los ejércitos.

Mateo 2:6

Y tú Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un Guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.

Mateo 11:3

diciéndole: ¿Eres tú Aquél que había de venir, o esperaremos a otro?

Marcos 14:58

Nosotros le oímos decir: Yo derribaré este templo que es hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano.

Juan 1:14

Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Juan 4:25

La mujer le dijo: Sé que el Mesías ha de venir, el que es llamado, el Cristo; cuando Él venga nos declarará todas las cosas.

Hechos 7:48

Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano; como el profeta dice:

Hechos 17:24-25

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay; Éste, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos;

Colosenses 2:11

En quien también sois circuncidados de circuncisión no hecha de mano, en el despojamiento del cuerpo del pecado de la carne, en la circuncisión de Cristo.

Hebreos 3:1

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

Hebreos 4:15

Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Hebreos 5:5-6

Así también Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy;

Hebreos 7:1

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió a recibir a Abraham que volvía de la matanza de los reyes, y le bendijo,

Hebreos 7:11-27

Así que, si la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley) ¿qué necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?

Hebreos 8:1-2

Así que, la suma de lo que hemos dicho es: Tenemos tal Sumo Sacerdote el cual está sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos;

Hebreos 9:1-9

Ahora bien, el primer pacto tenía en verdad ordenanzas de servicio a Dios y un santuario terrenal.

Hebreos 9:23-24

Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que éstos.

1 Juan 4:2-3

En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

1 Juan 5:20

Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna.

2 Juan 1:7

Porque muchos engañadores han entrado en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. El que tal hace es engañador y anticristo.

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Reina Valera Gómez (© 2010)