Hechos 22:5

de lo cual pueden testificar el sumo sacerdote y todo el concilio de los ancianos. También de ellos recibí cartas para los hermanos, y me puse en marcha para Damasco con el fin de traer presos a Jerusalén también a los que estaban allá, para que fueran castigados.

Lucas 22:66

Cuando se hizo de día, se reunió el concilio de los ancianos del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús ante su concilio, diciendo:

Hechos 9:1-2

Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,

Hechos 5:21

Habiendo oído {esto,} entraron al amanecer en el templo y enseñaban. Cuando llegaron el sumo sacerdote y los que estaban con él, convocaron al concilio, es decir, a todo el senado de los hijos de Israel, y enviaron {órdenes} a la cárcel para que los trajeran.

Hechos 4:5

Y sucedió que al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus gobernantes, ancianos y escribas;

Hechos 9:14

y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

Hechos 13:26

Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a nosotros nos es enviada la palabra de esta salvación.

Hechos 22:1

Hermanos y padres, escuchad mi defensa que ahora {presento} ante vosotros.

Hechos 26:10

Y esto es precisamente lo que hice en Jerusalén; no sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo daba mi voto contra {ellos}.

Hechos 26:12

Ocupado en esto, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes,

Hechos 28:21

Y ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas de Judea sobre ti, ni ha venido aquí ninguno de los hermanos que haya informado o hablado algo malo acerca de ti.

Romanos 9:3-4

Porque desearía yo mismo ser anatema, {separado} de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes según la carne,

1 Timoteo 4:14

No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido