Hechos 8:23
Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena de iniquidad.
Hebreos 12:15
Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados;
Deuteronomio 29:18-20
no sea que haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre vosotros una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo.
Deuteronomio 32:32-33
Porque la vid de ellos es de la vid de Sodoma y de los campos de Gomorra; sus uvas son uvas venenosas, sus racimos, amargos.
Job 20:14
{con todo} la comida en sus entrañas se transforma en veneno de cobras dentro de él.
Salmos 116:16
¿Ah, SEÑOR! Ciertamente yo soy tu siervo, siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; tú desataste mis ataduras.
Proverbios 5:22
De sus propias iniquidades será presa el impío, y en los lazos de su pecado quedará atrapado.
Isaías 28:22
Y ahora, no continuéis como escarnecedores, no sea que se hagan más fuertes vuestros grillos, pues de parte del Señor, DIOS de los ejércitos, he oído de una destrucción decretada sobre la tierra.
Isaías 58:6
¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo?
Jeremías 4:18
Tu comportamiento y tus acciones te han traído estas cosas. Esta es tu maldad. ¡Qué amarga! ¿Cómo ha penetrado hasta tu corazón!
Jeremías 9:15
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, yo daré de comer ajenjo a este pueblo y le daré de beber agua envenenada.
Lamentaciones 3:5
Me ha sitiado y rodeado de amargura y de fatiga.
Lamentaciones 3:19
Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar, del ajenjo y de la amargura.
Juan 8:34
Jesús les respondió:
Romanos 6:17-22
Pero gracias a Dios, que {aunque} erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados;
Tito 3:3
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles {y} odiándonos unos a otros.
2 Pedro 2:4
Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio;
2 Pedro 2:19
Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues uno es esclavo de aquello que le ha vencido.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido