Isaías 1:6
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Jeremías 6:14
Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
Mateo 9:12
Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
Lucas 10:34
y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
2 Crónicas 6:28-29
Y si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o añublo, langosta o pulgón; o si los sitiaren sus enemigos en las ciudades de su tierra; cualquiera que sea la plaga o enfermedad;
Job 2:7-8
Y salió Satanás de delante de Jehová, e hirió a Job de unas llagas malignas desde la planta de su pie hasta la coronilla de su cabeza.
Job 5:18
Porque Él es quien hace la llaga, y Él la vendará: Él hiere, y sus manos curan.
Salmos 38:3-5
No hay nada sano en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.
Salmos 77:2
Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi mal corría de noche y no cesaba; mi alma rehusó el consuelo.
Jeremías 8:21-22
Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.
Jeremías 30:12
Porque así dice Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y grave tu herida.
Jeremías 33:6
He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
Oseas 5:12-13
Yo, pues, seré como polilla a Efraín, y como carcoma a la casa de Judá.
Nahúm 3:19
No hay alivio para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama aplaudirán sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?
Malaquías 4:2
Mas para vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
Lucas 16:20-21
Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de él, lleno de llagas,
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido