nunca más será poblada ni habitada de generación en generación; no pondrá tienda allí el árabe, ni los pastores harán descansar allí {sus rebaños};

La convertiré en posesión de erizos y en aguas estancadas, y la barreré con la escoba de la destrucción --declara el SEÑOR de los ejércitos.

Sus ciudades se han convertido en desolación, en sequedal y yermo; una tierra en la cual nadie habita, y por la cual ningún hijo de hombre pasa.

Y algunos de los filisteos trajeron presentes y plata como tributo a Josafat; también los árabes le trajeron rebaños: siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.

No se apagará ni de noche ni de día, su humo subirá para siempre; de generación en generación permanecerá desolada, nunca jamás pasará nadie por ella.

Porque ha subido contra ella una nación del norte que hará de su tierra objeto de horror, y no habrá habitante en ella. Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido.

A causa del enojo del SEÑOR, no será habitada, sino que estará desolada toda ella; todo el que pase por Babilonia se quedará atónito y silbará a causa de todas sus heridas.

Sube contra la tierra de Merataim, contra ella y contra los habitantes de Pecod. Mátalos y destrúyelos --declara el SEÑOR-- y haz conforme a todo lo que te he ordenado.

Por tanto, {allí} vivirán las fieras del desierto junto con las hienas, también vivirán avestruces en ella; nunca más será habitada ni poblada por generación y generación.

Por tanto, oíd el plan que el SEÑOR ha trazado contra Babilonia, y los designios que ha decretado contra la tierra de los caldeos; ciertamente los arrastrarán, {aun} a los más pequeños del rebaño; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal.

He aquí, yo estoy contra ti, monte destructor, que destruyes toda la tierra --declara el SEÑOR. Extenderé mi mano contra ti, te haré rodar desde las peñas y te reduciré a monte quemado.

La tierra tiembla y se retuerce, porque se cumplen los designios del SEÑOR contra Babilonia de hacer de la tierra de Babilonia una desolación, sin habitantes.

Y Babilonia se convertirá en escombros, en guarida de chacales, en objeto de horror y de burla, sin habitantes.

y di: ``Oh SEÑOR, tú {has} hablado acerca de este lugar, de destruirlo hasta que no quede morador en ella, ya sea hombre o animal, sino que desolación eterna será."

Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.

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