Isaías 33:3

Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú.

Salmos 46:6

Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio Él su voz, se derritió la tierra.

Isaías 10:13-14

Porque dijo: Con el poder de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría; porque he sido prudente; y quité los términos de los pueblos, y saqué sus tesoros, y como hombre valiente derribé a sus habitantes:

Isaías 10:32-34

Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano contra el monte de la hija de Sión, al collado de Jerusalén.

Isaías 17:12-14

¡Ay de la multitud de muchos pueblos, que hacen ruido como el estruendo de los mares; y del rugido de naciones que hacen alboroto como el bramido de muchas aguas!

Isaías 37:11-18

He aquí que tú oíste lo que hicieron los reyes de Asiria a todas las tierras, que las destruyeron; ¿y serás tú librado?

Isaías 37:29-36

Porque contra mí te airaste, y tu estruendo ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi anzuelo en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.

Isaías 59:16-18

Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera intercesor; por tanto su propio brazo le trajo salvación, y le afirmó su misma justicia.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)