Isaías 37:14

Entonces Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó, y subió a la casa del SEÑOR y la extendió delante del SEÑOR.

1 Reyes 8:28-30

No obstante, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh SEÑOR Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti;

1 Reyes 8:38

toda oración {o} toda súplica que sea hecha por cualquier hombre {o} por todo tu pueblo Israel, conociendo cada cual la aflicción de su corazón, y extendiendo sus manos hacia esta casa,

1 Reyes 9:3

Y el SEÑOR le dijo: He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí mi nombre para siempre; en ella estarán mis ojos y mi corazón perpetuamente.

2 Reyes 19:14

Entonces Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó, y subió a la casa del SEÑOR y la extendió delante del SEÑOR.

2 Crónicas 6:20-42

Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre esta casa, sobre el lugar del cual has dicho que pondrías allí tu nombre, para que oigas la oración que tu siervo hará sobre este lugar.

Salmos 27:5

Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto.

Salmos 62:1-3

Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de David.En Dios solamente {espera} en silencio mi alma; de El {viene} mi salvación.

Salmos 74:10

¿Hasta cuándo, oh Dios, blasfemará el adversario? ¿Despreciará el enemigo tu nombre para siempre?

Salmos 76:1-3

Para el director del coro; con instrumentos de cuerdas. Salmo de Asaf. Cántico.Dios es conocido en Judá; grande es su nombre en Israel.

Salmos 123:1-4

Cántico de ascenso gradual.A ti levanto mis ojos, ¿oh tú que reinas en los cielos!

Salmos 143:6

A ti extiendo mis manos; mi alma te {anhela} como la tierra sedienta. (Selah)

Isaías 37:1

Y sucedió que cuando oyó {esto} el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.

Joel 2:17-20

Entre el pórtico y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio, a la burla entre las naciones. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: ``Dónde está su Dios"?

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido