Isaías 46:3

Oídme, oh casa de Jacob, y todo el remanente de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz.

Deuteronomio 1:31

Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.

Salmos 71:6

Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza.

Isaías 10:22

Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia.

Éxodo 19:4

Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.

Deuteronomio 32:11-12

Como el águila despierta su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus alas.

Salmos 22:9-10

Pero tú eres el que me sacó del vientre; Me hiciste estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.

Salmos 81:8-13

Oye, pueblo mío y te protestaré. ¡Oh Israel, si me oyeres!

Isaías 1:9

Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un pequeño remanente, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.

Isaías 11:11

Y acontecerá en aquel tiempo, que Jehová volverá a extender su mano, por segunda vez, para recobrar el remanente de su pueblo que haya quedado de Asiria, de Egipto, de Patros, de Etiopía, de Elam, de Sinar, de Hamat y de las islas del mar.

Isaías 37:4

Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras del Rabsaces, a quien su señor el rey de Asiria ha enviado para blasfemar al Dios vivo, y vituperará las palabras que oyó Jehová tu Dios; eleva, pues, oración por el remanente que aún ha quedado.

Isaías 44:1-2

Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí.

Isaías 44:21

Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, pues que tú mi siervo eres: Yo te formé; siervo mío eres tú. Oh Israel, yo no me olvidaré de ti.

Isaías 46:12

Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia.

Isaías 48:1

Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, pero no en verdad ni en justicia.

Isaías 48:17-18

Así dice Jehová, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy Jehová tu Dios, que te enseña para provecho, que te conduce por el camino en que debes andar.

Isaías 49:1-2

Oídme, islas, y escuchad, pueblos lejanos: Jehová me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre.

Isaías 51:1

Oídme, los que seguís justicia, los que buscáis a Jehová; mirad a la roca de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.

Isaías 51:7

Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus injurias.

Isaías 63:9

En toda angustia de ellos Él fue angustiado, y el Ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.

Ezequiel 16:6-16

Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres. Y cuando estabas en tu propia sangre, te dije: ¡Vive! Sí, cuando estabas en tu sangre, te dije: ¡Vive!

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)