Isaías 48:2

porque de la santa ciudad se nombran, y en el Dios de Israel confían; su nombre, el SEÑOR de los ejércitos.

Miqueas 3:11

sus cabezas juzgan por soborno, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se arriman al SEÑOR diciendo: ¿no está el SEÑOR entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.

Isaías 10:20

Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más estriben sobre el que los hirió; sino que se apoyarán sobre el SEÑOR, el Santo de Israel con verdad.

Isaías 52:1

Despiértate, despiértate, vístete tu fortaleza, oh Sion; vístete tus ropas de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa, porque nunca más acontecerá, que venga en ti incircunciso, ni inmundo.

Romanos 2:17

He aquí, tú te llamas por sobrenombre judío; y estás apoyado en la ley, y te glorías en Dios,

Jeremías 21:2

Pregunta ahora por nosotros al SEÑOR; porque Nabucodonosor rey de Babilonia hace guerra contra nosotros. Por ventura el SEÑOR hará con nosotros según todas sus maravillas, y aquel se irá de sobre nosotros.

Jueces 17:13

Y Micaía dijo: Ahora sé que el SEÑOR me hará bien, pues que el levita es hecho mi sacerdote.

1 Samuel 4:3-5

Y cuando el pueblo volvió al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy el SEÑOR delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto del SEÑOR, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos.

Nehemías 11:1

Y habitaron los príncipes del pueblo en Jerusalén; mas el resto del pueblo echó suertes para traer uno de diez que morara en Jerusalén, ciudad santa, y las nueve partes en las otras ciudades.

Nehemías 11:18

Todos los levitas en la santa ciudad fueron doscientos ochenta y cuatro.

Salmos 48:1

Grande es el SEÑOR y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en el monte de su santidad.

Salmos 87:3

Cosas ilustres son dichas de ti, ciudad de Dios. (Selah.)

Isaías 47:4

Nuestro Redentor, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.

Isaías 51:13

Y te has ya olvidado del SEÑOR tu Hacedor, que extendió los cielos, y fundó la tierra; y todo el día tuviste temor continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. Mas ¿A dónde está el furor del que aflige?

Isaías 64:10-11

Tus santas ciudades son desiertas, Sion desierto es, y Jerusalén soledad.

Jeremías 7:4-11

No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo del SEÑOR, Templo del SEÑOR, Templo del SEÑOR a ellos.

Jeremías 10:16

No es como ellos la suerte de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su herencia; el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.

Daniel 9:24

Setenta semanas están determinadas \'

Mateo 4:5

Entonces el diablo le pasa a la Santa ciudad, y le pone sobre las almenas del Templo,

Mateo 27:53

y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

Juan 8:40-41

Pero ahora procuráis matarme, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.

Apocalipsis 11:2

Y echa fuera el patio que está dentro del templo, y no lo midas, porque es dado a los gentiles; y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

Apocalipsis 21:2

Y yo Juan vi la santa Ciudad, Jerusalén la nueva, que descendía del cielo, aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido.

Apocalipsis 22:19

Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa Ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.

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