Isaías 5:20

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

Proverbios 17:15

El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación a Jehová.

Amós 5:7

Los que convertís en ajenjo el juicio, y echáis por tierra la justicia,

Mateo 6:22-23

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz.

Lucas 11:34-35

La luz del cuerpo es el ojo; así que cuando tu ojo es sencillo, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, también tu cuerpo está en tinieblas.

Job 17:12

Pusieron la noche por día, y la luz se acorta delante de las tinieblas.

Malaquías 2:17

Habéis cansado a Jehová con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales Él toma contentamiento; de otra manera, ¿dónde está el Dios de juicio?

Malaquías 3:15

Decimos, pues, ahora, que son bienaventurados los soberbios, y también que los obreros de iniquidad son los prosperados; y aunque tentaron a Dios, escaparon.

Mateo 15:3-6

Pero Él respondió y les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?

Mateo 23:16-23

¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.

Lucas 16:15

Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen en alta estima, delante de Dios es abominación.

2 Timoteo 3:1-5

Sabe también esto; que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

2 Pedro 2:1

Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.

2 Pedro 2:18-19

Porque hablando palabras arrogantes de vanidad, seducen con las concupiscencias de la carne mediante lascivias a los que verdaderamente habían escapado de los que viven en error;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)