Isaías 50:5

El Señor Jehová me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me torné atrás.

Juan 14:31

Mas para que el mundo conozca que yo amo al Padre, y como el Padre me dio mandamiento, así hago. Levantaos, vámonos de aquí.

Hebreos 5:8

Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

Mateo 26:39

Y yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Juan 8:29

Y el que me envió, está conmigo; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Juan 15:10

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como también yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

Filipenses 2:8

y hallado en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Isaías 35:5

Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.

Salmos 40:6-8

Sacrificio y ofrenda no te agradan; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado.

Isaías 48:8

Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque yo sabía que habrías de ser desleal, por tanto, desde el vientre has sido llamado rebelde.

Hechos 26:19

Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,

Hebreos 10:5-9

Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo:

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)