Pero él rociará a muchos gentiles. Los reyes cerrarán sobre él sus bocas, porque verán lo que nunca les fue contado; y entenderán, lo que nunca oyeron.

Así dijo el SEÑOR, Redentor de Israel, Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de los gentiles, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por el SEÑOR, porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.

Y reyes serán tus ayos; y sus reinas, tus amas de leche ; el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy el SEÑOR, que no se avergonzarán los que me esperan.

He aquí, que llamarás a gente que no conociste; y gentiles que no te conocieron correrán a ti, por causa del SEÑOR tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.

Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Y así les harás para expiarlos: rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre toda su carne, y lavarán sus vestidos, y serán expiados.

Los príncipes detenían sus palabras; ponían la mano sobre su boca;

He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.

Delante de él se postrarán los etíopes; y sus enemigos lamerán la tierra.

Cercana está mi justicia, ha salido mi salud, y mis brazos juzgarán a los pueblos. A mí esperarán las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza.

Los gentiles verán, y se avergonzarán de todas sus valentías; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos.

Calle toda carne delante del SEÑOR, porque él se ha despertado de su santa morada.

Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros ahora veis y oís.

Y de esta manera me prediqué este Evangelio, no donde antes el Cristo fuese nombrado, por no edificar sobre fundamento ajeno;

Y al que puede confirmaros según mi Evangelio y la predicación de Jesús, el Cristo, según la revelación del misterio encubierto desde tiempos eternos,

el cual en los otros siglos no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas en Espíritu:

no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;

Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza esparcida de una becerra, santifica a los inmundos para purificación de la carne,

lleguémonos con corazón verdadero, y con fe llena, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia

Por la fe, celebró la pascua y el derramamiento de la sangre, para que el que mataba los primogénitos no los tocase.

y a Jesús el Mediador del Nuevo Testamento; y a la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel.

elegidos (según la presciencia de Dios Padre) en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesús, el Cristo: Gracia y paz os sea multiplicada.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)

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