Isaías 57:16

Porque no contenderé para siempre, ni estaré siempre enojado, pues el espíritu desfallecería ante mí, y el aliento {de los que} yo he creado.

Salmos 85:5

¿Estarás airado con nosotros para siempre? ¿Prolongarás tu ira de generación en generación?

Miqueas 7:18

¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en su ira para siempre, porque se complace en la misericordia.

Isaías 42:5

Así dice Dios el SEÑOR, que crea los cielos y los extiende, que afirma la tierra y lo que de ella brota, que da aliento al pueblo que hay en ella, y espíritu a los que por ella andan:

Génesis 6:3

Entonces el SEÑOR dijo: No contenderá mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días ciento veinte años.

Números 16:22

Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne, cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación?

Job 34:14-15

Si El determinara hacerlo así, si hiciera volver a sí mismo su espíritu y su aliento,

Salmos 78:38-39

Mas El, siendo compasivo, perdonaba {sus} iniquidades y no {los} destruía; muchas veces contuvo su ira, y no despertó todo su furor.

Salmos 103:9-16

No contenderá {con nosotros} para siempre, ni para siempre guardará {su enojo}.

Eclesiastés 12:7

entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio.

Jeremías 10:24

Repréndeme, oh SEÑOR, pero con justicia, no con tu ira, no sea que me reduzcas a nada.

Jeremías 38:16

Pero el rey Sedequías juró en secreto a Jeremías, diciendo: Vive el SEÑOR, que nos dio esta vida, que ciertamente no te mataré ni te entregaré en manos de esos hombres que buscan tu vida.

Zacarías 12:1

Profecía de la palabra del SEÑOR acerca de Israel. El SEÑOR que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él, declara:

Hebreos 12:9

Además, tuvimos padres terrenales para disciplinar{nos,} y {los} respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos?

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido