Isaías 59:17

Pues de justicia se vistió como de coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; y se puso las ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto.

Efesios 6:14

Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la coraza de justicia;

Efesios 6:17

y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

1 Tesalonicenses 5:8

Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo.

Isaías 9:7

Lo dilatado de su imperio y de su paz no tendrá límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Romanos 13:12-14

La noche está avanzada, y el día está por llegar; desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz.

Job 29:14

Me vestía de justicia, y ella me cubría; como manto y diadema era mi justicia.

Salmos 69:9

Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.

Isaías 11:5

Y la justicia será el cinto de sus lomos, y la fidelidad el ceñidor de sus riñones.

Isaías 51:9

Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en las generaciones pasadas. ¿No eres tú el que cortó a Rahab, y el que hirió al dragón?

Isaías 63:3

He pisado el lagar yo solo, y de los pueblos nadie fue conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestiduras, y manché todo mi ropaje.

Isaías 63:15

Mira desde el cielo, y contempla desde la morada de tu santidad y de tu gloria: ¿Dónde está tu celo, y tu fortaleza, la conmoción de tus entrañas y de tus misericordias para conmigo? ¿Se han estrechado?

Juan 2:17

Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consumió.

2 Corintios 6:7

en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a derecha e izquierda;

2 Tesalonicenses 1:8

en llama de fuego, para cobrar venganza de los que no conocen a Dios, y no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;

Hebreos 10:30

Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.

Apocalipsis 19:11

Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él, era llamado Fiel y Verdadero, y en justicia juzga y pelea.

Zacarías 1:14

Y me dijo el Ángel que hablaba conmigo: Clama, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Estoy celoso por Jerusalén y por Sión, con gran celo:

Deuteronomio 32:35-43

Mía es la venganza y la paga, a su tiempo su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.

Salmos 94:1

Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, manifiéstate.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)