Isaías 6:4

Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.

Apocalipsis 15:8

Y el templo se llenó con el humo de la gloria de Dios, y de su poder; y nadie podía entrar en el templo, hasta que fuesen consumadas las siete plagas de los siete ángeles.

Amós 9:1

Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Hiere el umbral, y estremézcanse las puertas: y córtales en piezas la cabeza de todos; y el postrero de ellos mataré a espada; no habrá de ellos quien se fugue, ni quien escape.

Éxodo 40:34

Entonces una nube cubrió el tabernáculo de la congregación, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.

1 Reyes 8:10-12

Y aconteció que cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová.

2 Crónicas 5:13-1

sucedió pues, que cuando los trompetistas y cantores al unísono hicieron oír su voz para alabar y dar gracias a Jehová; cuando elevaron la voz con trompetas y címbalos e instrumentos de música, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia, la casa se llenó entonces de una nube, la casa de Jehová.

Salmos 18:8

Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por Él encendidos.

Ezequiel 1:24

Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como el estruendo de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se paraban, aflojaban sus alas.

Ezequiel 10:5

Y el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando habla.

Apocalipsis 11:19

Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)