Jeremías 10:8

Pero ellos son del todo torpes y necios. Enseñanza de vanidades es el leño.

Isaías 41:29

He aquí, todos son vanidad, y las obras de ellos nada; viento y vanidad son sus imágenes de fundición.

Jeremías 10:14

Todo hombre se embrutece en su entendimiento; avergüéncese de su ídolo todo fundidor; porque mentira es su obra de fundición, y no hay espíritu en ella.

Habacuc 2:18

¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?

Zacarías 10:2

Porque las imágenes han hablado vanidad, y los adivinos han visto mentira, y han hablado sueños vanos, en vano consuelan; por eso ellos vagan como ovejas, fueron afligidos porque no tenían pastor.

Salmos 115:8

como ellos son los que los hacen, y cualquiera que en ellos confía.

Salmos 135:18

Como ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían.

Isaías 44:19

Ninguno reflexiona en su corazón, ni tiene conocimiento o entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí; ¿haré del restante de ello una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol?

Jeremías 2:27

que dicen al leño: Mi padre eres tú; y a la piedra: Tú me has engendrado; pues me volvieron la cerviz, y no el rostro; pero en el tiempo de su tribulación dicen: Levántate, y líbranos.

Jeremías 4:22

Porque mi pueblo es necio; no me han conocido, son hijos ignorantes y sin entendimiento; son sabios para mal hacer, pero hacer el bien no lo saben.

Jeremías 51:17-18

Todo hombre se ha infatuado por su conocimiento; se avergüenza todo artífice de la escultura, porque mentira es su imagen de fundición, y no tienen espíritu en ellos.

Oseas 4:12

Mi pueblo a su ídolo de madera consulta, y su vara le responde; porque el espíritu de fornicaciones los ha engañado, y se han dado a la fornicación dejando a su Dios.

Romanos 1:21-22

Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se envanecieron en sus discursos, y su necio corazón fue entenebrecido.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)