Jeremías 14:19
¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sión? ¿Por qué nos hiciste herir sin que haya curación para nosotros? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de sanidad, y he aquí turbación.
Jeremías 8:15
Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de sanidad, y he aquí turbación.
Lamentaciones 5:22
Porque nos has desechado; en gran manera te has airado contra nosotros.
Job 30:26
Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; y cuando esperaba luz, la oscuridad vino.
Jeremías 6:30
Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó.
Jeremías 15:18
¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió cura? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?
1 Tesalonicenses 5:3
que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer que da a luz; y no escaparán.
2 Reyes 17:19-20
Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios; antes anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho.
2 Crónicas 36:16
Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió el furor de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.
Salmos 78:59
Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.
Salmos 80:12-13
¿Por qué has derribado sus vallados, de modo que la vendimien todos los que pasan por el camino?
Salmos 89:38
Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido; y te has airado con él.
Jeremías 7:29
Corta tu cabello, oh Jerusalén, y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas; porque Jehová ha desechado y abandonado a la generación objeto de su ira.
Jeremías 8:22
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no se ha restablecido la salud de la hija de mi pueblo?
Jeremías 12:8
Mi heredad es para mí como león en la selva; rugió contra mí; por tanto, la aborrecí.
Jeremías 15:1
Y me dijo Jehová: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, mi voluntad no será con este pueblo: échalos de delante de mí, y salgan.
Jeremías 30:13
No hay quien defienda tu causa para que seas sanado; no hay para ti medicina eficaz.
Lamentaciones 2:13
¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, hija de Jerusalén? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sión? Porque tu quebrantamiento es grande como el mar; ¿quién te sanará?
Lamentaciones 4:17
Aun han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: En nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.
Zacarías 11:8-9
Y destruí a tres pastores en un mes, y mi alma los detestó; y también el alma de ellos me aborreció a mí.
Romanos 11:1-6
Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡En ninguna manera! Porque también yo soy israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido