Jeremías 20:12

Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he expuesto mi causa.

Jeremías 11:20

Mas, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he descubierto mi causa.

Salmos 54:7

Porque me ha librado de toda angustia, y en mis enemigos vieron mis ojos mi deseo.

Salmos 59:10

El Dios de mi misericordia irá delante de mí: Dios perimitirá que yo vea en mis enemigos mi deseo.

Salmos 62:8

Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón: Dios es nuestro refugio. (Selah)

Jeremías 17:10

Yo Jehová, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

Salmos 7:9

Termine ahora la maldad de los impíos, pero establece tú al justo; pues el Dios justo prueba la mente y el corazón.

Salmos 11:5

Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.

Salmos 17:3

Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada hallaste; me he propuesto que mi boca no ha de propasarse.

Salmos 139:23

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos:

1 Samuel 1:15

Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; mas yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

2 Crónicas 24:22

Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que su padre Joiada había hecho con él, antes mató su hijo; el cual dijo al morir: Jehová lo vea, y lo demande.

Salmos 26:2-3

Examíname, oh Jehová, y pruébame; purifica mi conciencia y mi corazón.

Salmos 86:4

Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.

Salmos 109:6-20

Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra.

Isaías 37:14

Y tomó Ezequías las cartas de mano de los mensajeros, y las leyó; y subió a la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová.

Isaías 38:14

Como la grulla y como la golondrina me quejaba; Gemía como la paloma; mis ojos se cansaron de mirar hacia arriba: Jehová, violencia padezco; fortaléceme.

Jeremías 12:8

Mi heredad es para mí como león en la selva; rugió contra mí; por tanto, la aborrecí.

Jeremías 17:18

Avergüéncense los que me persiguen, y no me avergüence yo; asómbrense ellos, y yo no me asombre: trae sobre ellos día malo, y quebrántalos con doble quebrantamiento.

Jeremías 18:19-23

Oh Jehová, mira por mí, y oye la voz de los que contienden conmigo.

1 Pedro 2:23

Quien cuando le maldecían no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga justamente:

1 Pedro 4:19

Por tanto, los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden a Él sus almas, como a fiel Creador, haciendo el bien.

Apocalipsis 2:23

Y heriré a sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriño los riñones y los corazones; y daré a cada uno de vosotros según sus obras.

Apocalipsis 6:10

Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?

Apocalipsis 18:20

Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos apóstoles y profetas; porque Dios os ha vengado en ella.

Apocalipsis 19:2-3

Porque sus juicios son justos y verdaderos; porque Él ha juzgado a la gran ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)