Jeremías 20:5

Entregaré también toda la riqueza de esta ciudad, y todo su trabajo, y todas sus cosas preciosas; y daré todos los tesoros de los reyes de Judá en manos de sus enemigos, y los saquearán, y los tomarán, y los llevarán a Babilonia.

2 Reyes 20:17-18

He aquí vienen días, en que todo lo que hay en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dice Jehová.

2 Reyes 24:12-16

Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él, y su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales; y lo apresó el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado.

2 Reyes 25:13-17

Y quebraron los caldeos las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, y las bases, y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron el bronce de ello a Babilonia.

2 Crónicas 36:10

A la vuelta del año el rey Nabucodonosor envió, y lo hizo llevar a Babilonia juntamente con los vasos preciosos de la casa de Jehová; y estableció a Sedequías su hermano por rey sobre Judá y Jerusalén.

Jeremías 15:13

Tus riquezas y tus tesoros entregaré al saqueo sin ningún precio, por todos tus pecados, y en todos tus términos;

Ezequiel 22:25

Hay conspiración de sus profetas en medio de ella, como león rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y honra, aumentaron sus viudas en medio de ella.

2 Crónicas 36:17-19

Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven, ni doncella, ni viejo, ni decrépito; todos los entregó en sus manos.

Jeremías 3:24

Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas.

Jeremías 4:20

Destrucción tras destrucción es anunciada; porque toda la tierra es devastada; de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas.

Jeremías 12:12

Sobre todos los lugares altos del desierto vinieron destructores; porque la espada de Jehová devorará desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; no habrá paz para ninguna carne.

Jeremías 17:3

¡Oh mi montaña! tu hacienda en el campo y todos tus tesoros daré a saqueo, por el pecado de tus lugares altos en todos tus términos.

Jeremías 24:8-10

Y como los malos higos, que de malos no se pueden comer, ciertamente así dice Jehová: De la misma manera daré a Sedequías rey de Judá, y a sus príncipes, y al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra, y a los que moran en la tierra de Egipto.

Jeremías 27:19-22

Porque así dice Jehová de los ejércitos de aquellas columnas, y del mar, y de las bases, y del resto de los vasos que quedan en esta ciudad,

Jeremías 32:3-5

Pues Sedequías rey de Judá lo había apresado, diciendo: ¿Por qué profetizas tú diciendo: Así dice Jehová: He aquí yo entrego esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y la tomará,

Jeremías 39:2

Y en el undécimo año de Sedequías, en el mes cuarto, a los nueve días del mes, fue abierta brecha en el muro de la ciudad;

Jeremías 39:8

Y los caldeos prendieron fuego a la casa del rey y a las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalén.

Jeremías 52:7-23

Entonces fue abierta una brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron, y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta de entre los dos muros, que había cerca del jardín del rey, y se fueron por el camino del desierto, estando aún los caldeos junto a la ciudad alrededor.

Lamentaciones 1:7

Jerusalén, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien le ayudase, se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos; la miraron los enemigos, y se burlaron de sus sábados.

Lamentaciones 1:10

Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; y ella ha visto entrar en su santuario las gentes, de las cuales mandaste que no entrasen en tu congregación.

Lamentaciones 4:12

Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, creyeron que el enemigo y el adversario entrarían por las puertas de Jerusalén.

Daniel 1:2

Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los vasos de la casa de Dios, y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios; y metió los vasos en la casa del tesoro de su dios.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)