Jeremías 36:24

Y no tuvieron temor, ni rasgaron sus vestidos, el rey y todos sus siervos que oyeron todas estas palabras.

Salmos 36:1

La rebelión del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Jeremías 36:16

Y fue que, cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: Sin duda contaremos al rey todas estas palabras.

1 Reyes 21:27

Y acaeció cuando Acab oyó estas palabras, que rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre su carne, y ayunó, y durmió en cilicio, y anduvo humillado.

2 Reyes 19:1-2

Y cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos, y se cubrió de cilicio, y entró en la Casa del SEÑOR.

Salmos 64:5

Se afirman a sí mismos la palabra mala, tratan de esconder los lazos, y dicen: ¿Quién los ha de ver?

Isaías 36:22-1

Entonces Eliacim hijo de Hilcías mayordomo, y Sebna escriba, y Joa hijo de Asaf escritor de crónicas, vinieron a Ezequías rotos sus vestidos; y le contaron las palabras de Rabsaces.

Jonás 3:6

Y llegó la palabra hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, y echó de sí su vestido, y se cubrió de cilicio, y se sentó sobre ceniza.

Génesis 37:29

Y Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, y rasgó sus vestidos.

2 Reyes 22:11-19

Y cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos.

2 Crónicas 34:19-31

Y cuando el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos;

Job 15:4

Tú también disipas el temor, y menoscabas la oración delante de Dios.

Isaías 26:11

SEÑOR, cuando se levante tu mano, no verán; verán al cabo, y se avergonzarán con celo del pueblo. Y a tus enemigos fuego los consumirá.

Jeremías 5:3

Oh SEÑOR, ¿Por ventura no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, y no quisieron recibir castigo; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron tornarse.

Mateo 12:41

Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar.

Romanos 3:18

no hay temor de Dios delante de sus ojos.

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