Jeremías 49:11

Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí se confiarán tus viudas.

Salmos 68:5

Padre de huérfanos y defensor de viudas, es Dios en su santa morada:

Oseas 14:3

No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Vosotros sois nuestros dioses; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

Deuteronomio 10:18

Que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.

Salmos 10:14-18

Tú lo has visto; porque tú miras la maldad y la vejación, para cobrar venganza con tu mano: En ti se refugia el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

Salmos 82:3

Defended al pobre y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso.

Salmos 146:9

Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sustenta; y el camino de los impíos trastorna.

Proverbios 23:10-11

No remuevas el término antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos:

Jonás 4:11

¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella grande ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no pueden discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Malaquías 3:5

Y vendré a vosotros a juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que privan de su derecho al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

1 Timoteo 5:5

Y la que en verdad es viuda y sola, confíe en Dios, y permanezca en súplicas y oraciones noche y día.

Santiago 1:27

La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)