Jeremías 50:11
Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como becerra sobre la hierba, y mugís como toros;
Isaías 47:6
Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les tuviste misericordia; sobre el anciano agravaste mucho tu yugo.
Deuteronomio 32:15
Pero engordó Jesurún, y dio coces; Engordaste, te cubriste de grasa: Entonces dejó al Dios que lo hizo, y menospreció a la Roca de su salvación.
Salmos 22:12
Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.
Salmos 74:2-8
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, la vara de tu heredad, la cual redimiste; este monte de Sión, donde has habitado.
Salmos 79:1-4
«Salmo de Asaf» Oh Dios, vinieron los gentiles a tu heredad; el templo de tu santidad han contaminado; pusieron a Jerusalén en montones.
Salmos 83:1-5
«Canción: Salmo de Asaf» Oh Dios no guardes silencio, no calles, oh Dios, ni te estés quieto.
Proverbios 17:5
El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; y el que se alegra de la calamidad, no quedará impune.
Isaías 10:6-7
Le mandaré contra una nación impía, y contra el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles.
Jeremías 5:8
Como caballos bien alimentados de mañana, cada cual relinchaba tras la esposa de su prójimo.
Jeremías 5:28
Engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.
Jeremías 46:21
También sus soldados en medio de ella son como becerros engordados; porque también ellos se volvieron atrás, a una todos huyeron, no resistieron; porque vino sobre ellos el día de su quebrantamiento, el tiempo de su visitación.
Jeremías 50:17
Oveja descarriada es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero; este Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después.
Jeremías 50:27
Matad todos sus novillos; que vayan al matadero. ¡Ay de ellos! Porque ha venido su día, el tiempo de su castigo.
Jeremías 51:34-35
Me comió, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia; me dejó como un vaso vacío, me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó fuera.
Lamentaciones 1:21
Oyeron que gemía, mas no hay consolador para mí: Todos mis enemigos han oído mi mal, se han alegrado de que tú lo hiciste. Harás venir el día que has anunciado, y serán como yo.
Lamentaciones 2:15-16
Todos los que pasaban por el camino, batieron las manos sobre ti; silbaron, y movieron sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es ésta la ciudad que llamaban: La perfección de la hermosura, el gozo de toda la tierra?
Lamentaciones 4:21-22
Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz: Aun hasta ti pasará el cáliz; te embriagarás, y vomitarás.
Ezequiel 25:3-8
Y dirás a los hijos de Amón: Oíd palabra de Jehová el Señor: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dijiste ¡Ea, bien! contra mi santuario cuando fue profanado, y contra la tierra de Israel cuando fue asolada, y contra la casa de Judá, cuando fueron en cautiverio;
Ezequiel 25:15-17
Así dice Jehová el Señor: Porque los filisteos procedieron con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades;
Ezequiel 26:2-3
Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalén: Ea, bien; destruida está la que era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena; y ella desierta;
Oseas 10:11
Efraín es becerra domada, amadora del trillar; mas yo pasaré sobre su lozana cerviz; yo haré llevar yugo a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones Jacob.
Amós 4:1
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.
Abdías 1:12
Pues no debiste tú estar mirando en el día de tu hermano, el día en que fue traspasado; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día de su ruina, ni debiste haber ensanchado tu boca en el día de la angustia:
Zacarías 2:8-9
Porque así dice Jehová de los ejércitos: Después de la gloria Él me ha enviado a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.
Zacarías 14:1-3
He aquí, el día de Jehová viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti.
Zacarías 14:12
Y ésta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se disolverá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se les deshará en su boca.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido