Jeremías 6:26
Hija de mi pueblo, cíñete el cilicio y revuélcate en ceniza; haz duelo como por hijo único, lamento de gran amargura, porque de pronto el destructor vendrá sobre nosotros.
Jeremías 4:8
Por eso, vestíos de cilicio, lamentaos y gemid; porque no se ha apartado de nosotros la ardiente ira del SEÑOR.
Zacarías 12:10
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito.
Isaías 22:4
Por tanto digo: Apartad de mí la mirada, dejadme llorar amargamente; no tratéis de consolarme por la destrucción de la hija de mi pueblo.
Isaías 22:12
Por eso aquel día, el Señor, DIOS de los ejércitos, {os} llamó a llanto y a lamento, a rapar la cabeza y a vestir de cilicio.
Isaías 30:13
por eso esta iniquidad será para vosotros como muro agrietado a punto de caer, {como} abultamiento en una pared alta, cuya caída viene de repente, en un instante.
Isaías 32:11
Temblad, {mujeres} indolentes; conturbaos, {hijas} confiadas; desvestíos, desnudaos, y ceñid {cilicio} en la cintura;
Jeremías 4:11
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar,
Jeremías 4:20
Desastre sobre desastre se anuncia, porque es arrasada toda la tierra; de repente son arrasadas mis tiendas, en un instante mis cortinas.
Jeremías 6:14
Y curan a la ligera el quebranto de mi pueblo, diciendo: ``Paz, paz", pero no hay paz.
Jeremías 8:19
He aquí la voz del clamor de la hija de mi pueblo desde una tierra lejana: ¿No está el SEÑOR en Sion? ¿No está su rey en ella? ¿Por qué me han provocado con sus imágenes talladas, con ídolos extranjeros?
Jeremías 8:21-1
Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado; ando enlutado, el espanto se ha apoderado de mí.
Jeremías 9:10
Alzad por los montes lloro y lamentación, y una elegía por los pastos del desierto, porque han sido desolados; nadie pasa {por ellos}, ni se oye el bramido del ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias han huido, se han ido.
Jeremías 9:17-22
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad, llamad a las plañideras, que vengan; enviad por las {más} hábiles, que vengan,
Jeremías 12:12
Sobre todas las alturas desoladas del desierto han venido destructores, porque la espada del SEÑOR devora de un extremo de la tierra al otro; no hay paz para nadie.
Jeremías 13:17
Pero si no escucháis esto, mi alma sollozará en secreto por {tal} orgullo; mis ojos llorarán amargamente y se anegarán en lágrimas, porque ha sido hecho cautivo el rebaño del SEÑOR.
Jeremías 14:17
Y les dirás esta palabra: ``Viertan lágrimas mis ojos noche y día, y no cesen, porque de gran quebranto ha sido quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de una dolorosa herida muy grave.
Jeremías 15:8
Por mí sus viudas serán más numerosas que la arena de los mares. Traeré contra la madre de sus jóvenes, al destructor en pleno mediodía; de repente traeré sobre ella angustia y pavor.
Jeremías 25:33-34
Y los muertos por el SEÑOR en aquel día estarán desde un extremo de la tierra hasta el otro. No los llorarán, ni los recogerán, ni los sepultarán; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.
Lamentaciones 1:2
Amargamente llora en la noche, y las lágrimas {corren} por sus mejillas; no hay quien la consuele entre todos sus amantes. Todos sus amigos la han traicionado, se le han convertido en enemigos.
Lamentaciones 1:16
Por estas cosas lloro yo; mi ojo, mi ojo derrama agua, porque lejos de mí está el consolador, el que reanima mi alma. Mis hijos están desolados porque ha prevalecido el enemigo.
Lamentaciones 2:11
Mis ojos se consumen por las lágrimas, hierven mis entrañas; mi hiel se derrama por tierra, a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo, cuando niños y lactantes desfallecen en las calles de la ciudad.
Lamentaciones 3:48
Arroyos de agua derraman mis ojos a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo.
Lamentaciones 4:3
Aun los chacales dan las ubres, dan de mamar a sus crías; {pero} la hija de mi pueblo se ha vuelto cruel como los avestruces en el desierto.
Lamentaciones 4:6
La iniquidad de la hija de mi pueblo es mayor que el pecado de Sodoma, que fue derribada en un instante sin que manos actuaran contra ella.
Lamentaciones 4:10
Las manos de mujeres compasivas cocieron a sus propios hijos, que les sirvieron de comida a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo.
Ezequiel 7:16-18
``Aun cuando escapen los sobrevivientes, estarán sobre los montes como palomas de los valles, todos ellos gimiendo por su iniquidad.
Ezequiel 27:30-31
harán oír su voz por ti y gritarán amargamente. Echarán polvo sobre sus cabezas, se revolcarán en ceniza;
Amós 8:10
Entonces cambiaré vuestras fiestas en llanto y todos vuestros cantos en lamento; pondré cilicio sobre todo lomo y calvicie sobre toda cabeza; haré que sea como duelo por hijo único, y su fin, como día de amargura.
Miqueas 1:8-10
Por eso me lamentaré y gemiré, andaré descalzo y desnudo, daré aullidos como los chacales y lamentos como los avestruces.
Lucas 7:12
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.
Santiago 4:9
Afligíos, lamentad y llorad; que vuestra risa se torne en llanto y vuestro gozo en tristeza.
Santiago 5:1
¿Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido