Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y este varón era el más grande de todos los orientales.

Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba en cabecera; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela a los que lloran.

Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas, y los amalecitas, y aun los hijos de los orientales subían contra ellos;

Y bendijo Jehová la postrimería de Job más que su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.

Y tomó Abram a Sarai su esposa, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado, y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.

E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.

Y la tierra no podía darles para que habitasen juntos: porque sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.

Y a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, cuando aún él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental.

Y siguió Jacob su camino, y fue a la tierra de los orientales.

Sus ganados, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.

Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, rey de Moab, de los montes del oriente: Ven, maldíceme a Jacob; y ven, execra a Israel.

Y fue la presa, el resto de la presa que tomaron los hombres de guerra, seiscientas y setenta y cinco mil ovejas,

Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas, que no había número en ellos ni en sus camellos: así venían a la tierra para devastarla.

Y Madián, y Amalec, y todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del mar en multitud.

Y Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y con ellos su ejército de como quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el campamento de los orientales; y los muertos habían sido ciento veinte mil hombres que sacaban espada.

Y había un hombre en Maón que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era muy rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y esquilaba sus ovejas en el Carmelo.

Y la sabiduría de Salomón sobrepasaba a la de todos los orientales, y a toda la sabiduría de Egipto.

Entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos, y cien mil carneros, más la lana.

Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas; porque tuvo muchos ganados, así en los valles como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en el Carmelo; porque era amigo de la agricultura.

Se hizo también ciudades, y rebaños de ovejas y de vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas posesiones.

Los príncipes detenían sus palabras, ponían la mano sobre su boca;

La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.

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