Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal?

Hubo un varón en tierra de Uz, que se llamaba Job; y este hombre era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que aún retiene su integridad, a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?

Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

Solamente esfuérzate, y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres.

Y la sabiduría de Salomón sobrepasaba a la de todos los orientales, y a toda la sabiduría de Egipto.

No hubo antes otro rey como él que se convirtiese a Jehová con todo su corazón, y con toda su alma, y con todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él se levantó otro igual.

Mas los primeros gobernadores que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata; a más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.

He aquí, Dios no desechará al perfecto, ni tampoco ayudará a los malhechores.

Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío Él los consume.

Yo soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y Él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido.

Los rectos se maravillarán de esto, y el inocente se levantará contra el hipócrita.

Mis pies han seguido sus pisadas; guardé su camino, y no me aparté.

Si Él pusiese sobre el hombre su corazón, y recogiese a sí su espíritu y su aliento,

Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job.

Y fui íntegro para con Él, y me guardé de mi maldad.

Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

«Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor» La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.

Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová; no quitará el bien a los que en integridad andan.

Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi óleo santo.

El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa aborrezco.

Lavaos, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.

He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido en quien mi alma tiene contentamiento. He puesto sobre Él mi Espíritu, Él traerá juicio a las naciones.

Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; pues para que yo te las mostrase eres traído aquí. Declara todo lo que ves a la casa de Israel.

Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.

Jesús viendo que Natanael venía hacia Él, dijo de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño.

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