Ciertamente el oído prueba las palabras, y el paladar gusta las viandas.

Porque el oído prueba las palabras, como el paladar gusta para comer.

Si hay iniquidad en mi lengua; o si mi paladar no discierne los tormentos.

Como a sabios hablo; juzgad vosotros lo que digo.

para que aprobéis lo mejor; que seáis sinceros y sin ofensa para el día del Cristo;

mas de los perfectos es la vianda firme, es a saber de los que por la costumbre tienen ya los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

si empero habéis gustado que el Señor es benigno;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)

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