Job 16:18
¡Oh tierra! No cubras mi sangre, y no haya lugar donde se esconda mi clamor.
Isaías 26:21
Porque he aquí, que el SEÑOR sale de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra él; y la tierra descubrirá su sangre, y no encubrirá más sus muertos.
Salmos 66:18-19
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me oiría.
Ezequiel 24:7
Porque su sangre fue en medio de ella; sobre la cima de la piedra la puso; no la derramó sobre la tierra para que fuese cubierta con polvo.
Génesis 4:11
Ahora pues, maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano de tu mano:
Nehemías 4:5
Y no cubras su iniquidad, ni su pecado sea raído delante de tu rostro; porque se airaron contra los que edificaban.
Job 27:9
¿Por ventura oirá Dios su clamor cuando la tribulación viniere sobre él?
Isaías 1:15
Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicáreis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Isaías 58:9-10
Entonces invocarás, y oirás al SEÑOR; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad:
Jeremías 22:29
¡Oh tierra, tierra, tierra! Oye palabra del SEÑOR.
Santiago 4:3-4
Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
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