El primogénito de la muerte devorará la fuerza de su piel, y devorará sus miembros.

Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán seguramente; mas yo haré morir de hambre tu raíz, y destruiré tu remanente.

Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; principal en dignidad, principal en poder.

Ellos descenderán a la profundidad de la fosa, cuando nosotros descansaremos juntos en el polvo.

Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: Mas tú sacaste mi vida de la corrupción, oh Jehová Dios mío.

Y ésta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se disolverá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se les deshará en su boca.

Y miré, y he aquí un caballo pálido; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el infierno le seguía. Y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

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