¿Por ventura enseñará él a Dios conocimiento, juzgando él las alturas?

Porque ¿quién entendió el intento del Señor? ¿O quién fue su consejero?

¿Quién enseñó al Espíritu del SEÑOR, o le aconsejó enseñándole?

Porque ¿quién conoció el entendimiento del Señor? ¿Quién le instruyó? Mas nosotros tenemos el entendimiento de Cristo.

He aquí que en sus siervos no confía, y en sus ángeles halló locura.

He aquí que en sus santos no confía, y ni los cielos son limpios delante de sus ojos,

¿Por ventura se enseñoreará el que aborrece el juicio? ¿Y condenarás tú al poderoso siendo justo?

Que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo.

He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él?

¿Es por ventura sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto.

Dios está en la congregación de los poderosos; en medio de los dioses juzga.

¿Quién como el SEÑOR nuestro Dios? El que enaltece su habitación;

Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos.

El está sentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores le son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar;

¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡El tiesto, contra los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces? y tu obra: No tiene forma.

¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?

Porque si Dios no perdonó a los ángeles que habían pecado, sino que habiéndolos despeñado en el abismo más profundo \'

y a los ángeles que no guardaron su origen, mas dejaron su habitación, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran día;

Y vi un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una gran cadena en su mano.

Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

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