Su simiente es establecida delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos.

Yo he visto al necio que echaba raíces, y en la misma hora maldije su habitación.

No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni quien le suceda en sus moradas.

Sus hijos buscarán el favor de los pobres; y sus manos devolverán lo que él robó.

Los frutos de su casa serán trasportados; serán esparcidos en el día de su furor.

De los hombres con tu mano, oh Jehová, de los hombres del mundo, que tienen su porción en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro; sacian a sus hijos, y dejan el resto a sus pequeños.

Corona de los viejos son los nietos; y la gloria de los hijos son sus padres.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

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