Por cuanto no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió de mis ojos la miseria.

Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara esposa de Abraham.

Y vio Jehová que Lea era aborrecida, y abrió su matriz; pero Raquel era estéril.

Mas a Ana daba una porción escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová había cerrado su matriz.

¡Oh, que pudiesen pesar justamente mi sufrimiento, y lo pusiesen en balanza junto con mi calamidad!

Mi alma está hastiada de mi vida: Daré yo rienda suelta a mi queja sobre mí, hablaré en la amargura de mi alma.

¿Por qué me sacaste de la matriz? Hubiera yo entregado el espíritu, y ningún ojo me habría visto.

Hoy también hablaré con amargura; porque es más grave mi llaga que mi gemido.

Si el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.

Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.

porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre un embarazo perpetuo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

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