Yo le contaría el número de mis pasos, y como príncipe me llegaría a él.

Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Y su hacienda era siete mil ovejas, y tres mil camellos, y quinientas yuntas de bueyes, y quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón grande más que todos los orientales.

Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil.

He aquí , aunque me matare, en él esperaré; pero defenderé delante de él mis caminos.

Pues ahora me cuentas los pasos, y no das dilación a mi pecado.

Aprobaba el camino de ellos, y me sentaba en cabecera; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela llorosos.

¿Quién es el que oscurece el consejo sin sabiduría? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; cosas que me eran ocultas, y que no las sabía.

Los errores, ¿quién los entenderá? De los encubiertos me libra.

en el cual tenemos seguridad y entrada con confianza por la fe de él.

Porque no tenemos Sumo Sacerdote que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, PERO SIN PECADO.

Y en esto conocemos que somos de la verdad, y tenemos nuestros corazones certificados delante de él.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)

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