Job 37:22

De la parte del norte vendrá la serenidad por el Dios terrible de alabanza.

Salmos 104:1

Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, mucho te has engrandecido; de gloria y de hermosura te has vestido.

1 Crónicas 29:11

Tuya es, oh SEÑOR, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas . Tuyo, oh SEÑOR, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza.

Job 40:10

Atavíate ahora de majestad y de alteza; y vístete de honra y de hermosura.

Salmos 29:4

Voz del SEÑOR con potencia; voz del SEÑOR con gloria.

Salmos 66:5

Venid, y ved las obras de Dios, terrible en hechos sobre los hijos de los hombres.

Salmos 68:7-8

Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, (Selah,)

Salmos 76:12

Cortará él el espíritu de los príncipes; terrible es a los reyes de la tierra.

Salmos 93:1

El SEÑOR reina, se vistió de magnificencia, se vistió el SEÑOR de fortaleza, se ciñó; afirmó también el mundo, que no se moverá.

Salmos 145:5

He De la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y tus hechos maravillosos, hablaré.

Proverbios 25:23

El viento del norte ahuyenta la lluvia, y el rostro airado la lengua detractora.

Isaías 2:10

Métete en la piedra, escóndete en el polvo, de la presencia espantosa del SEÑOR y del resplandor de su majestad.

Isaías 2:19

Y se meterán en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la presencia espantosa del SEÑOR, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levantará para herir la tierra.

Miqueas 5:4

Y estará, y apacentará con fortaleza del SEÑOR, con grandeza del Nombre del SEÑOR su Dios; y asentarán; porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra.

Nahúm 1:3

El SEÑOR es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. El SEÑOR cuyo camino es en tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies.

Habacuc 3:3-19

Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán, (Selah.) Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.

Hebreos 1:3

el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,

Hebreos 12:29

Porque nuestro Dios es fuego consumidor.

Judas 1:25

al Dios único sabio, nuestro Salvador, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora y en todos los siglos. Amén.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)