Joel 2:3
Delante de él consume el fuego, Y detrás de él abrasa la llama. Como el huerto del Edén es la tierra delante de él; Y detrás de él, un desierto desolado, Y de él nada escapa.
Génesis 2:8
Y el SEÑOR Dios plantó un huerto hacia el oriente, en Edén, y puso allí al hombre que había formado.
Isaías 51:3
Ciertamente el SEÑOR consolará a Sion, Consolará todos sus lugares desolados. Convertirá su desierto en Edén, Y sus lugares desolados en huerto del SEÑOR. Gozo y alegría se encontrarán en ella, Acciones de gracias y voces de alabanza.
Zacarías 7:14
``sino que los dispersé en torbellino entre todas las naciones que no conocían. Y la tierra fue desolada tras ellos, sin que nadie fuera ni viniera; convirtieron la tierra deseable en desolación."
Éxodo 10:5
~`Cubrirán la superficie de la tierra, de modo que nadie podrá ver el suelo. También comerán el resto de lo que ha escapado, lo que les ha quedado del granizo, y comerán todo árbol que crece para ustedes en el campo.
Éxodo 10:15
Porque cubrieron la superficie de toda la tierra, y la tierra se oscureció. Se comieron toda planta de la tierra y todo el fruto de los árboles que el granizo había dejado. Así que nada verde quedó en árbol o planta del campo por toda la tierra de Egipto.
Joel 1:19-20
A Ti clamo, oh SEÑOR, Porque el fuego ha devorado los pastos del desierto, Y la llama ha consumido todos los árboles del campo.
Génesis 13:10
Y alzó Lot los ojos y vio todo el valle del Jordán, el cual estaba bien regado por todas partes ({esto fue} antes de que el SEÑOR destruyera a Sodoma y Gomorra) como el huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto rumbo a Zoar.
Salmos 50:3
Que venga nuestro Dios y no calle; El fuego consume delante de El, Y a Su derredor hay gran tempestad.
Salmos 105:34-35
El habló, y vinieron langostas, {Y} orugas sin número;
Jeremías 5:17
Devorará tu cosecha y tu pan, Devorará a tus hijos y a tus hijas, Devorará tus ovejas y tus vacas, Devorará tus viñas y tus higueras; A espada destruirá tus ciudades fortificadas en que confías.
Ezequiel 31:8-9
Los cedros no lo igualaban en el huerto de Dios; Los cipreses no se podían comparar con su ramaje, Y los plátanos no igualaban sus ramas. Ningún árbol en el huerto de Dios podía compararse a él en su hermosura.
Joel 1:4-7
Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta; Lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón; Y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón.
Amós 7:4
Esto me mostró el Señor DIOS: El Señor DIOS llamaba para juzgar{los} con fuego, y consumió el gran abismo y empezó a consumir el campo.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido