Juan 1:36

Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.

Juan 1:29

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Isaías 45:22

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque yo soy Dios, y no hay más.

Isaías 65:1-2

Fui buscado de los que no preguntaban por mí; fui hallado de los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí.

Hebreos 12:2

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

1 Pedro 1:19-20

sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)