Juan 11:48
Si le dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
Deuteronomio 28:50-68
gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;
Daniel 9:26-27
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo del príncipe que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra las asolaciones están determinadas.
Zacarías 13:7-8
Levántate, oh espada, sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y se dispersarán las ovejas; y volveré mi mano sobre los pequeñitos.
Zacarías 14:1-2
He aquí, el día de Jehová viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti.
Mateo 21:40-42
Cuando viniere, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
Mateo 22:7
Y oyéndolo el rey, se indignó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.
Mateo 23:35-38
para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al cual matasteis entre el templo y el altar.
Mateo 27:25
Y respondiendo todo el pueblo dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
Lucas 8:12
Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo y quita la palabra de su corazón, para que no crean y sean salvos.
Lucas 11:52
¡Ay de vosotros, doctores de la ley! que habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.
Lucas 19:41-44
Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,
Lucas 21:20-24
Y cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción está cerca.
Lucas 23:28-31
Mas Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
Juan 1:7
Éste vino por testimonio, para que diese testimonio de la Luz, para que todos creyesen por él.
Hechos 5:28
diciendo: ¿No os ordenamos rigurosamente, que no enseñaseis en este nombre? Y he aquí, habéis llenado a Jerusalén con vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de este hombre.
Hechos 5:38-40
Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;
1 Tesalonicenses 2:15-16
los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos han perseguido; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres;
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