Juan 12:15
No temas, oh hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna.
Deuteronomio 17:16
Solamente que no se aumente caballos, ni haga volver el pueblo a Egipto para aumentar caballos; porque el SEÑOR os ha dicho: No procuraréis de volver más por este camino.
Jueces 5:10
Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas, los que presidís en juicio, y vosotros los que andáis por el camino, hablad.
Jueces 12:14
Este tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta asnos; y juzgó a Israel ocho años.
2 Samuel 15:1
Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y gente de a caballo, y cincuenta que corriesen delante de él.
2 Samuel 16:2
Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para la familia del rey, en que suban; los panes y la pasa para que coman los criados, y el vino, para que beban los que se cansaren en el desierto.
1 Reyes 1:33
Y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y haced subir a Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo a Gihón.
Isaías 35:4-5
Decid a los medrosos de corazón: Confortaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con pago, el mismo Dios vendrá, y os salvará.
Isaías 40:9-10
Súbete sobre un monte alto, oh Sion anunciadora; levanta fuertemente tu voz anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas. Di a las ciudades de Judá: ¡Veis aquí el Dios vuestro!
Isaías 41:14
No temas, gusano de Jacob, muertos de Israel; yo te socorreré, dice el SEÑOR, y tu Redentor el Santo de Israel.
Isaías 62:11
He aquí, que el SEÑOR hizo oír hasta lo último de la tierra. Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí que su recompensa con él, y su obra delante de él.
Miqueas 4:8
Y tú, oh torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sion vendrá hasta ti; y vendrá el Señorío primero, el Reino, a la hija de Jerusalén.
Sofonías 3:16-17
En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos.
Zacarías 2:9-11
Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me envió.
Zacarías 9:9
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.
Mateo 2:2-6
diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
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