Juan 12:25

El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

Mateo 10:39

El que hallare su vida, la perderá; mas el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.

Lucas 14:26

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y esposa, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Marcos 8:35

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, éste la salvará.

Mateo 16:25

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

Lucas 17:33

Cualquiera que procure salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la pierda, la salvará.

Mateo 19:29

Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o esposa, o hijos, o tierras por mi nombre, recibirá cien tantos, y heredará la vida eterna.

Lucas 9:23-24

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.

Apocalipsis 12:11

Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.

Génesis 29:30-33

Y entró también a Raquel; y la amó también más que a Lea: y sirvió con él aún otros siete años.

Eclesiastés 2:17

Aborrecí por tanto la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.

Hechos 20:24

Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Hechos 21:13

Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.

Hebreos 11:35

Las mujeres recibieron sus muertos por resurrección; mas otros fueron torturados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)