Juan 3:11

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.

Juan 1:18

A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito hijo, que está en el seno del Padre, él nos lo declaró.

Juan 7:16

Les respondió Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.

Juan 5:43

Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a aquel recibiréis.

Juan 12:49

Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.

Juan 14:24

El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió.

Isaías 50:2

porque vine, y nadie apareció; llamé, y nadie respondió. ¿Ha llegado a acortarse mi mano, para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; torno los ríos en desierto; hasta pudrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua.

Isaías 53:1

¿Quién creerá a nuestro dicho? ¿Y sobre quién será manifestado el brazo del SEÑOR?

Isaías 55:4

He aquí, que yo lo di por testigo a los pueblos, por capitán y por maestro a pueblos.

Isaías 65:2

Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos;

Mateo 11:27

Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.

Mateo 23:37

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!

Lucas 10:22

Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie sabe quién sea el Hijo sino el Padre; ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo lo quisiere revelar.

Juan 1:11

A lo que era suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Juan 3:3

Respondió Jesús, y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el Reino de Dios.

Juan 3:5

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y de Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios.

Juan 3:13

Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.

Juan 3:32-34

Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.

Juan 5:31-40

Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.

Juan 8:14

Respondió Jesús, y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y a dónde voy.

Juan 8:28-29

Les dijo pues, Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entenderéis que YO SOY, y que nada hago de mí mismo; mas como mi Padre me enseñó, esto hablo.

Juan 8:38

Yo, lo que he visto con mi Padre, hablo; y vosotros lo que habéis visto con vuestro padre, hacéis.

Juan 12:37-38

Pero aun habiendo hecho delante de ellos tantas señales, no creían en él.

Hechos 22:18

Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prestamente fuera de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.

Hechos 28:23-27

Y habiéndoles señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales declaraba y testificaba el Reino de Dios, procurando persuadirles lo que es de Jesús, el Cristo, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde.

2 Corintios 4:4

en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del Evangelio de la gloria del Cristo, el cual es la imagen de Dios.

1 Juan 1:1-3

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado bien , y nuestras manos han tocado de la Palabra de vida;

1 Juan 5:6-12

Este es Jesús, el Cristo, que vino por agua y sangre; no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Apocalipsis 1:5

y de Jesús, el Cristo, el testigo fiel, el Primogénito de los muertos, y Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre,

Apocalipsis 3:14

Y escribe al ángel de la Iglesia de los laodicenses: He aquí, el que dice Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios;

Treasury of Scripture Knowledge did not add

Sagradas Escrituras (1569)