Juan 6:57

Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, así el que me come, él también vivirá por mí.

Juan 5:26

Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;

Juan 3:17

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.

Salmos 18:46

Viva Jehová, y bendita sea mi Roca; y enaltecido sea el Dios de mi salvación:

Jeremías 10:10

Mas Jehová es el Dios verdadero; Él es el Dios viviente y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.

Mateo 16:16

Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Juan 11:25-26

Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Juan 14:19

Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.

Juan 17:21

Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

1 Corintios 15:22

Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.

2 Corintios 13:4

Porque aunque fue crucificado en flaqueza, sin embargo vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en Él, mas viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros.

Gálatas 2:20

Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Colosenses 3:3-4

Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

1 Tesalonicenses 1:9

porque ellos mismos cuentan de nosotros de qué manera nos recibisteis; y de cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,

Hebreos 9:14

¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

1 Juan 4:9

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)