Juan 7:18

El que habla de sí mismo, gloria propia busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

Juan 5:41

Gloria de los hombres no recibo.

Éxodo 32:10-13

Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma; y a ti yo te pondré sobre gran gente.

Números 11:29

Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Mas quién diese que todo el pueblo del SEÑOR fuese profeta, que el SEÑOR diese su espíritu sobre ellos.

Proverbios 25:27

Comer mucha miel no es bueno; ni inquirir de su propia gloria es gloria.

Mateo 6:9

Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.

Juan 3:26-30

Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen a él.

Juan 8:49-50

Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me habéis deshonrado.

Juan 8:54

Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria es nada; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios;

Juan 11:4

Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Juan 12:28

Padre, clarifica tu Nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y lo he clarificado, y lo clarificaré otra vez.

Juan 13:31-32

Entonces cuando él salió, dijo Jesús: Ahora es clarificado el Hijo del hombre, y Dios es clarificado en él.

Juan 17:4-5

Yo te he clarificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.

1 Corintios 10:31-33

Pues si coméis, o si bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Gálatas 6:12-14

Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os constriñen a que os circuncidéis, solamente por no padecer la persecución del madero del Cristo.

Filipenses 2:3-5

Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros;

1 Tesalonicenses 2:6

ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.

1 Pedro 4:11

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios suministra; para que en todas las cosas sea Dios glorificado por Jesús el Cristo, al cual es gloria e imperio para siempre jamás. Amén.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)