Y la esposa de Galaad también le había dado hijos; los cuales cuando fueron grandes, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.

Y hubo hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para peregrinar allá; porque era grande el hambre en la tierra.

No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová.

Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;

Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite;

¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña?

para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña.

Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo; porque el hijo de la sierva no será heredero con el hijo de la libre.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

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