Jueces 16:5

Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale y sabe en qué consiste su fuerza tan grande, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo atormentemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.

Josué 13:3

desde el Nilo, que está delante de Egipto, hasta el término de Ecrón al norte, la cual es contada entre los cananeos; cinco provincias de los filisteos; los gazeos, asdodios, ascalonitas, geteos, y ecronitas; y los aveos;

Jueces 14:15

Y al séptimo día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare este enigma, para que no te quememos a ti y a la casa de tu padre. ¿Nos habéis llamado aquí para despojarnos?

Génesis 33:16

Así se volvió Esaú aquel día por su camino a Seir.

Números 22:17-18

porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me dijeres; ven, pues ahora, maldíceme a este pueblo.

Jueces 3:3

Cinco príncipes de los filisteos, y todos los cananeos, y los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat.

Jueces 17:2

El cual dijo a su madre: Los mil cien siclos de plata que te fueron hurtados, por lo que tú maldecías oyéndolo yo, he aquí que yo tengo este dinero; yo lo había tomado. Entonces la madre dijo: Bendito seas del SEÑOR, hijo mío.

1 Samuel 29:6

Y Aquis llamó a David, y le dijo: Vive el SEÑOR, que tú has sido recto, y que me ha parecido bien tu salida y entrada en el campamento conmigo, y que ninguna cosa mala he hallado en ti desde el día que viniste a mí hasta hoy; mas en los ojos de los príncipes no agradas.

Proverbios 2:16-19

Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;

Proverbios 5:3-11

Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite;

Proverbios 6:24-26

para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la extraña.

Proverbios 7:21-27

Lo derribó con la mucha suavidad de sus palabras, con la blandura de sus labios lo persuadió.

Miqueas 7:3

Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.

Mateo 26:15

y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata.

1 Corintios 6:15-18

¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré pues los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? De ninguna manera.

1 Timoteo 6:9-10

Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y en lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden a los hombres en desctrucción y perdición.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)