Jueces 19:3

Y se levantó su marido, y la siguió, para hablarle amorosamente y hacerla volver, llevando consigo un criado suyo y un par de asnos; y ella le metió en la casa de su padre. Y viéndole el padre de la joven, le salió a recibir gozoso;

Génesis 34:3

Y su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la doncella, y habló al corazón de la doncella.

Génesis 50:21

Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.

Levítico 19:17

No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; ciertamente amonestarás a tu prójimo, y no consentirás sobre su pecado.

Levítico 20:10

Y el hombre que cometiere adulterio con la esposa de otro hombre, el que cometiere adulterio con la esposa de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente han de ser muertos.

Números 22:22

Y el furor de Dios se encendió porque él iba; y el Ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos mozos suyos.

Jueces 15:1

Y aconteció después de días, que en el tiempo de la siega del trigo, Sansón visitó a su esposa con un cabrito, diciendo: Entraré a mi esposa a la cámara. Mas el padre de ella no lo dejó entrar.

Jeremías 3:1

Dicen: Si alguno dejare su esposa, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, te has prostituido con muchos amantes; mas vuélvete a mí, dice Jehová.

Oseas 2:14

Pero he aquí, yo la atraeré, y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

Mateo 1:19

y José su marido, como era un hombre justo y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

Juan 8:4-5

le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el acto mismo de adulterio;

Juan 8:11

Y ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Gálatas 6:1

Hermanos, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal en espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)