Oíd, oh reyes; escuchad, oh príncipes: Yo cantaré a Jehová, cantaré salmos a Jehová, Dios de Israel.

Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.

He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de vosotros;

Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que yo te he mandado;

yo procederé contra vosotros, y lo haré con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados.

Escuchad, oh cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.

Porque el nombre de Jehová proclamaré: Engrandeced a nuestro Dios.

Los aldeanos cesaron en Israel, decayeron; hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre en Israel.

Entonces Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.

Y él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas: y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

Y él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

Y por mí el rey Artajerjes es dado mandamiento a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os demandare Esdras sacerdote, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prestamente,

Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.

Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean; y yo ofreceré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y entonaré salmos a Jehová.

«Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré» Oíd esto, pueblos todos; escuchad, todos los habitantes del mundo:

Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.

Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, cuando escuchen los dichos de tu boca.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

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