Jueces 8:4

Y vino Gedeón al Jordán para pasar, él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, pero todavía persiguiendo.

Jueces 7:25

Y tomaron dos príncipes de los madianitas, Oreb y Zeeb: y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb: y después que siguieron a los madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado del Jordán.

1 Samuel 14:28-29

Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Tu padre ha hecho jurar expresamente al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que comiere hoy manjar. Y el pueblo desfallecía.

1 Samuel 14:31-32

E hirieron aquel día a los filisteos desde Micmas hasta Ajalón; y el pueblo estaba muy cansado.

1 Samuel 30:10

Y David siguió el alcance con cuatrocientos hombres; porque se quedaron atrás doscientos, que cansados no pudieron pasar el torrente de Besor.

2 Corintios 4:8-9

Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;

2 Corintios 4:16

Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.

Gálatas 6:9

No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos si no desmayamos.

Hebreos 12:1-4

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso, y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)