Parallel Verses
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Cof : Oíste mi voz; no escondas tu oído a mi clamor, para mi respiro.
La Biblia de las Américas
Tú oíste mi voz: No escondas tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Cof: Oíste mi voz; no escondas tu oído a mi clamor, para mi respiro.
Reina Valera 1909
Oiste mi voz; no escondas tu oído á mi clamor, para mi respiro
La Nueva Biblia de los Hispanos
Tú oíste mi voz: ``No escondas Tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio."
Spanish: Reina Valera Gómez
Oíste mi voz; no escondas tu oído a mi suspiro, a mi clamor.
New American Standard Bible
You have heard my voice, "Do not hide Your ear from my prayer for relief, From my cry for help."
Referencias Cruzadas
Salmos 55:1
Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David. Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
Job 34:28
haciendo venir delante de sí el clamor del pobre, y oyendo el clamor de los necesitados.
2 Crónicas 33:13
Y cuando oró a él, fue oído; porque él oyó su oración, y lo volvió a Jerusalén, a su reino. Entonces conoció Manasés que el SEÑOR era Dios.
2 Crónicas 33:19
Su oración también, y cómo fue oído, todos sus pecados, y su prevaricación, los lugares donde edificó altos y había puesto bosques e ídolos antes que se humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras de los videntes.
Salmos 3:4
Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)
Salmos 6:8-9
Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque el SEÑOR ha oído la voz de mi lloro.
Salmos 34:6
Vau Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.
Salmos 66:19
Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi oración.
Salmos 88:13-14
Mas yo a ti he clamado, oh SEÑOR; y de mañana te previno mi oración.
Salmos 116:1-2
Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas.
Isaías 38:5
Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años.
Romanos 8:26
Y asimismo también el Espíritu nos ayuda en nuestra flaqueza; porque orar como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles.