Parallel Verses
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
A los príncipes colgaron con su mano; no respetaron el rostro de los ancianos.
La Biblia de las Américas
Los príncipes fueron colgados de sus manos, los rostros de los ancianos no fueron respetados.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
A los príncipes colgaron con su mano; no respetaron el rostro de los ancianos.
Reina Valera 1909
A los príncipes colgaron por su mano; No respetaron el rostro de los viejos.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Los príncipes fueron colgados de sus manos, Los rostros de los ancianos no fueron respetados.
Spanish: Reina Valera Gómez
Príncipes han sido colgados por su mano; no respetaron el rostro de los viejos.
New American Standard Bible
Princes were hung by their hands; Elders were not respected.
Referencias Cruzadas
Lamentaciones 4:16
Pe : La ira del SEÑOR los apartó, nunca más los mirará. No respetaron la faz de los sacerdotes, ni tuvieron compasión de los ancianos.
Isaías 47:6
Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les hiciste misericordias; sobre el viejo agravaste mucho tu yugo.
Jeremías 39:6-7
Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías en su presencia en Ribla, haciendo asimismo degollar el rey de Babilonia a todos los nobles de Judá.
Jeremías 52:10-11
Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías delante de sus ojos, y también degolló a todos los príncipes de Judá en Ribla.
Jeremías 52:25-27
Y de la ciudad tomó un eunuco que era capitán sobre los hombres de guerra, y siete hombres de los continuos del rey, que se hallaron en la ciudad; y al principal escribano de la guerra, que ponía por lista el pueblo de la tierra para la guerra; y sesenta hombres del vulgo de la tierra, que se hallaron dentro de la ciudad.
Lamentaciones 2:10
Yod : Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sion; echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñeron de cilicio; las hijas de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.
Lamentaciones 2:20
Resh : Mira, oh SEÑOR, y considera a quién has vendimiado así. ¿Han de comer las mujeres su fruto, los pequeñitos de sus crías? ¿Han de ser muertos en el Santuario del Señor el sacerdote y el profeta?